sábado, 21 de enero de 2012

de Luis Cernuda



Al rubio sol durmiendo,
Los oteros, las vegas
En paz, a solas, lejos;

Los castillos, ermitas,
Cortijos y conventos,
La vida con la historia,
Tan dulces al recuerdo.

Ellos los vencedores
Caínes sempiternos,
De todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.

Una mano divina
Tu tierra alzó en mi cuerpo
Y allí la voz dispuso
Que hablase tu silencio.

Contigo solo estaba,
En ti sola creyendo;
Pensar tu nombre ahora
Envenena mis sueños.

Amargos son los días
De la vida, viviendo
Sólo una larga espera
A fuerza de recuerdos.

Un día, tú ya libre
De la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?
Luis Cernuda

1 comentario:

  1. ¡Cuánta nostalgia hay en estos versos! Nostalgia, cansancio y soledad... ¿Desencanto?. ¿Y no es eso lo que nos hace ver mejor la realidad y su belleza? En los ojos cansados del anciano, ¿no se ve también la comprensión y la ternura por todo aquello que fue como un sueño?
    Saludos

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