jueves, 31 de mayo de 2012

Elegía


Tantas veces como se lea, emociona...

Elegía

En Orihuela, su pueblo y el mío, se me
ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con
quien tanto quería.

... Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera;
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y en tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata le requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

Miguel Hernández

3 comentarios:

  1. Hola, Isabel: Si, tantas veces se lea, emociona. Miguel Hernández, el poeta de la luz y el asombro. En la elegía, es el poeta desgarrado, expresa el dolor íntimo que le provoca la muerte de su amigo, y se debate frente a la injustia de su ausencia. Admite la esperanza del reencuentro, al reconcer que los afectos no mueren nunca dentro de nosotros.
    Un abrazo grande.
    Toni

    ResponderEliminar
  2. Cuanto tiempo!. Me alegra mucho volver a leer estos poemas. A mi,también me emociona cada vez que leo a Miguel Hernández. Acabo de escuchar a Jarcha cantar la Elegía... ¡Qué hermoso!
    El verso se serena con palabras suaves como "arrullo","almendros","enamorado", evocan el rincón del huerto levantino donde se han citado los dos amigos...
    Gracias por traer estos versos,Isabel.
    Muchos petonets. ELISA

    ResponderEliminar
  3. Precioso y entristecido poema de un gran poeta muerto entre sombras en un tiempo que debemos olvidar o borrar de nuestra mente.

    Clica sobre mi nombre

    ResponderEliminar