Al rubio sol durmiendo,
Los oteros, las vegas
En paz, a solas, lejos;
Los castillos, ermitas,
Cortijos y conventos,
La vida con la historia,
Tan dulces al recuerdo.
Ellos los vencedores
Caínes sempiternos,
De todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.
Una mano divina
Tu tierra alzó en mi cuerpo
Y allí la voz dispuso
Que hablase tu silencio.
Contigo solo estaba,
En ti sola creyendo;
Pensar tu nombre ahora
Envenena mis sueños.
Amargos son los días
De la vida, viviendo
Sólo una larga espera
A fuerza de recuerdos.
Un día, tú ya libre
De la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?
Luis Cernuda
¡Cuánta nostalgia hay en estos versos! Nostalgia, cansancio y soledad... ¿Desencanto?. ¿Y no es eso lo que nos hace ver mejor la realidad y su belleza? En los ojos cansados del anciano, ¿no se ve también la comprensión y la ternura por todo aquello que fue como un sueño?
ResponderEliminarSaludos